Flash: Semana XLIII
Septiembre para mí es sinónimo de comer bien y en grupo. También de pasear. Este año también de reflexionar. Espero poder seguir haciendo todo eso tal como ha sido la tónica los primeros diez días.
Árbol cerca del Costanera Center que nos hizo dudar un buen rato con mis compañeras de trabajo si eran naranjas falsas o reales. Después de mucho debatir y hasta ver un hilo colgando por ahí, supimos que eran de mentira.
Este plato gigantesco es una feijoada del local Juanito Ollas de La Vega, donde fuimos a comer el sábado.
De postre helado de barquillo.
Cosas varias de la infancia en el reportaje de una revista.
Jerry y Canela descansando después de un largo día laboral (mentira, era domingo y no habían hecho nada, igual que el resto de la semana).
Vista desde el piso 17 del departamento de mi hermana.
Licor de arándanos, primera vez que lo pruebo y aunque el primer sorbo no me gustó, el resto sí.
El blog de Ale recargada 
Qué lindo ver a los dos gatos durmiendo juntos. Es como complicidad gatuna.
Helado de piña? es mi favorito.
Y era rica la feijoada?
Sí, a mí me da ternura y tranquilidad cuando los veo descansar juntos.
Serías amiga de mi pololo, que ese día comió piña de verdad, tomó jugo de piña y luego helado de piña. Fanático.
Es rico el plato, la salsa de los porotos negros mezclada con arroz me encantó.
Qué rico se ve ese plato! Dónde queda exactamente?
Juanito Ollas, segundo piso del mercado Tirso de Molina, está ubicado mirando justo al río y la estación Mapocho.
Me encanta el arroz con porotos, y los porotos en todas sus formas y colores.
Que ricos tus gatos, pero faltó Pucca y Master!
(Me declaro fanática de Master)
Jajajajaja, es que mi gata Pucca es más solitaria, por ella no puedo tomarle fotos a los tres juntos. Y Master tiene prohibido subirse a las camas, así que tendría que ser en el patio cuando salga el sol.
Yo amo los porotos negros, me encantan.
Mi Adrián tiene esa misma prohibición, me da pena, pero le pusimos un sofá afuera del ventanal para que se acueste y no se sienta excluído (igual un día lo pillé viendo tele en mi cama, pero me vió y le faltaron patas pa salir corriendo jajaja)
Bueno, esperaré otra foto de mi nuevo ídolo!
Jajajajaja, ya, le voy a tomar otra. Tiene cama, pero también aprovecha cualquier descuido para colarse a las piezas.
Que rico se ve ese plato, tiene carne? Es que si no tiene sería una buena alternativa para ir con mi pololo a dar una vuelta y aprovechar de almorzar.
Saludos Ale.
Tiene un pedazo de carne sepultado en la salsa de porotos negros, hay hartos platos con pescado también.
Ese plato se ve riquisimo!! Y que estafa las naranjas de mentira, jajaja no les antojo después comerlas? Yo siempre que veo algún árbol frutal por ahí, me dan ganas de llegar y sacar. aunque realmente nunca lo he hecho.
El edificio de tu hermana, por la orientación de la foto creo que queda cerca de mi Facultad ¿Es cerca de ejército o por ahí? 🙂
Y no hay nada más refrescante que el heladito de piña,
Saludos!
Es que a mí no me gustan mucho las naranjas, no sé las demás.
Mi hermana está en Catedral con Teatinos, por el otro lado de la Alameda, pero supongo que las vistas son muy parecidas…
Qué hermosos tus gatos, Canela es bellísima! Yo pienso y pienso si adoptar otra gata, pero necesito que sea en una época en que pase harto tiempo en la casa, para poder dedicarme a adaptarla, porque mi gata es muy nerviosita y complicada, entonces no creo que se tome de buenas a primeras la llegada de compañía. Una duda, tú crees que es mejor integrar una gata pequeña o una gata joven?
El plato se ve riquísimo, quizá vaya y la pida sin el trozo de carne que dijiste tiene, se ve super contundente!
Sabes que el plato es contundente pero no para llegar a reventarse comiendo. Está bien la porción.
Canela llegó a la casa por accidente ya teniendo a Jerry de 12 años y a Pucca de 7. Yo pensé que sería muy difícil, pero aunque al principio andaban todos a la defensiva, luego de olerla pasaron pocos días y la aceptaron como una más, perro incluido. Yo creo que da lo mismo si es gata pequeña o gata joven acostumbrando de a poco a tu otra gata, respetando su espacio y sin dejar de hacerle cariño para que no se sienta celosa. Saludos!