Tenemos que empezar a caminar más

El otro día escuché la historia de una persona que va al gimnasio en auto para hacer media hora de caminata rápida en la máquina trotadora y no lo podía creer, ¡Qué malgasto de tiempo y recursos! Uno podría hacer eso mismo caminando por la calle y ahorrarse la ida al gimnasio y la bencina del auto.

Yo no soy la persona más deportiva del mundo, pero me cuesta entender a la gente que no camina, que celebra que el lugar donde tiene que ir quede a una cuadra en vez de cinco, que use taxi para todo. Siento que caminar es la forma más económica y simple de cuidarnos y excepto los minusválidos, cualquiera puede hacerlo cuando se le ocurra.

Tengo cinco razones para caminar y pasarlo bien:

1.- Mis conversaciones más entretenidas y profundas están relacionadas con las caminatas. Por ejemplo, cuando empecé a pololear con +1 nos conocimos aplanando calles y contándonos nuestras vidas sin que importara el tiempo ni el destino. Seguimos en lo mismo, especialmente cuando hemos comido mucho y queremos acelerar la digestión. También lo hice el año pasado con mi hermana antes de un trámite fome y creo que sirvió para relajarnos.

2.- Es maravilloso ir escuchando música con audífonos. Y acelerar el ritmo cuando suena una canción rápida, pseudo cantar el coro y sentirse en un mundo aparte mientras todo el mundo pasa con cara de estrés por el lado.

Estas son mis zapatillas favoritas para salir a la calle. Las estoy usando harto así que no van a durar mucho tiempo más…

3.- A veces es más rápido. He hecho la prueba en hora peak, me fijo en la patente de una micro y le hago seguimiento mental. Primero me pasa, pero cuando llego a un semáforo o hay mucha congestión, la veo ahí parada y yo camino más rápido, así que la supero y me siento tan winner!

4.- Hay muchos problemas o dudas que se solucionan caminando. No sé cuál es la explicación, pero justo viene a la mente la respuesta brillante, la idea salvadora o la solución a un problema que en la mañana no sabía cómo superar. Como la mente se pone en modo automático, es como si afloraran todos los pensamientos que estaban hundidos antes con las distracciones del computador y sentir eso es total.

5.- A veces te encuentras cosas. No es muy común,  pero ocurre. En mi época de coleccionista de boletos de micro los mejores tesoros los encontré caminando por la calle. Lo último que recogí este año fue este autoadhesivo de avión que veo como una señal, así que lo tengo guardado en mi billetera. ¡Y plata! El año pasado encontré $2.000 y me sentí cuasi millonaria, no había nadie más alrededor y me compré un pastel de premio.

Avión recogido de la calle.