5 clichés que no entiendo de las películas – Parte 2

Hace tiempo hice un post de películas donde comentaba las cosas que más me llaman la atención porque se repiten mucho y no tienen nada que ver con la vida real. Como soy adicta al cine y siempre surge nuevo material, acá hay una segunda parte con más clichés de la pantalla:

-Nadie cruza la calle con cuidado: No importa la película, siempre algún actor va a cruzar la calle corriendo y un auto o taxi le va a tocar la bocina porque casi lo atropella, le ocurre incluso a Forrest Gump. Y ellos van a usar su mano y pedirle al auto que se detenga y luego van a seguir corriendo como si nada, una actitud súper poco prudente por lo demás.

Tom Cruise muy preocupado de no morir atropellado.

-Cuando hay que anotar algo, los personajes siempre usan lápiz grafito: Nunca lápices pasta o esos simples donde uno hace click y les sale la punta, no. Película que veo, cuando hay que escribir algo usan lápiz gráfito y lo que es más increíble aún, casi siempre es la protagonista quien lo saca de su cartera sin siquiera haberlo guardado en un estuche. Sabemos que en la vida real eso es muy improbable y más encima incómodo, porque tendrías que andar acarreando además sacapuntas y goma de borrar.

-No existen las llaves: ¿Cerrar la puerta con doble o triple cerradura antes de salir? ¿Bajarse del auto y preocuparse de activar el seguro? ¡Olvídenlo! La gente en las películas casi siempre anda apurada y cuando se va de viaje o tiene que salir de urgencia sólo cierra la puerta y listo, seguridad garantizada. No como una que se preocupa de este tema y a veces hasta chequea y re-chequea para ver si quedó todo bien. La única película en donde he visto que se preocupan del tema es en “Mi pobre angelito”, en esa escena donde repasan todo lo que hicieron antes de salir al aeropuerto y es justo entonces cuando se dan cuenta de que se les quedó el hijo menor, ups.

-Las pruebas de ropa de la protagonista son eternas: Típico que en las películas románticas o comedias alguien cambia de look y la amiga o mamá la acompañan en todo ese trámite. Hay un paso por la peluquería y por supuesto, la visita a las tiendas de ropa donde se prueban tenidas y tenidas sin que nadie les ponga mala cara ni aparezca la vendedora apurándolas para que compren algo y dejen de desordenar.  Igualito a lo que pasa en nuestras tiendas, jajaja.

-Los villanos parlanchines: Siempre está esa escena donde el protagonista fue atrapado y está a punto de morir y para ganar tiempo, trata de preguntarle cosas al villano de turno y parece que el pobre no había hablado con nadie antes, porque le cuenta todos sus planes y las razones de por qué actuó de tal o cual manera, casi como terapia. La escena sirve para varias cosas: (a) mientras conversa el protagonista se desata las amarras y puede contraatacar o (b) llega alguien a rescatarlo justo en el momento crucial. En “The girl with the dragon tatoo” ocurre exactamente así.

BONUS TRACK: Los personajes encienden el televisor y justo están dando la noticia que les interesa ver o que los afecta directamente. Nada de cambiar de canal para buscarla o escuchar puras leseras antes de que muestren lo que ellos están esperando. La vida es injusta.