Flash: Semana XXVI
Decidí no renovar mi inscripción al gimnasio este año y en cambio, caminar. Tiene muchas ventajas: es más entretenido, me ahorro el stress de que me aplasten como sardina en el metro, puedo tomar fotos bonitas, etc. No lo haré todos los días, pero al menos tres veces a la semana. A ver si lo cumplo.
Estas son mis últimas fotos, muchas de ellas tomadas en las caminatas.
Este graffiti está justo en la esquina de Compañía con Ricardo Cumming y me encantó, me quedé un buen rato mirándolo.
Cada vez hay más versiones de esas cajitas donde venden los anillos. Esta es la sección fauna de una vitrina del centro. No vi gatos, lo que me pareció pésimo.
Este rifle estuvo de huésped una noche en mi departamento y si todo sale bien, será usado en una película de terror chilena que promete mucho. El modeloco la sostenía un rato y se le cansaba el brazo, no sabemos cómo hacían los soldados para cargar estas cosas todo el día.
Casona de calle Compañía. Es linda, pero necesita urgente que la restauren, otro terremoto y no sé qué pasaría.
Qué idea más linda. Trueque espontáneo de libros en la esquina de Miraflores con Santo Domingo, a la salida de la cafetería Leerté.
Mural gigante dentro de la cafetería Leerté, donde nos juntamos con mis amigas a planificar las vacaciones (yeeeeeeeiiii, este tema me pone feliz).
Y este fue mi pedido: jugo de sandía con el sandwich Pájaro verde, que traía pollo, berenjena y lechuga.
Me gustan las fotos de esos rincones de la ciudad, que son tan particulares que le dan un sello distinto al paisaje. Me hacen recordar unas fotos que tomé en el barrio puerto. Bajando por Cerro Toro, casi al llegar a la Plaza Echaurren, hay unos sillones viejos y siempre arriba de ellos hay perritos durmiendo o descansando. Parecen en su propio living, se ven tan lindos!
Yo quiero ir a Valparaíso!!! Hace dos años que no voy y ahora aprovecharía la visita a morir, pero pucha, tengo otras prioridades antes.
Me gustaron tus fotos, pésimo que no haya gato-cajitas y que rico lo de trueque de libros, pero me daría una pena atroz deshacerme de uno de mis libros.
Lo del rifle es costumbre. Cuando fui soldado hasta dormía con el fusil al lado y lo andaba trayendo todo el día… después ni lo sentía.
Ah no, tienes que contar eso ¿Cómo es que fuiste soldado? ¿Cuánto tiempo? ¿Por qué? ¡Qué interesante!
Fui soldado conscripto, durante un año acá en Antofagasta. Fue una bonita y sudorosa experiencia. Aprendí a disparar, supervivencia, primeros auxilios, e hice más aseo que jamás en mi vida entera. Aprendí a ser ordenada y a aceptar órdenes, a trabajar en equipo y a ser leal aunque odiara a la persona en cuestión. Yo me lo tomé como lo que fue, una experiencia casi como campamento de verano gringo, no me pasé a caca con creerme milica ruda ni que pinocho nos salvó la vida. Lo pasé genial y creo que nuca había estado tan tonificada. Guardo anécdotas graciosísimas y momentos en los que quería puro matar al instructor de turno, una que otra cicatriz y un par de amigas del alma.
OOOOhhhhhh, media experiencia. Envidio todo lo que aprendiste, pero no sé si sería capaz de estar un año en eso. Lo que menos soporto es el sistema de jerarquía y obediencia. Me gusta eso que dices que sacaste lo positivo y lo pasaste bien, si hiciste amigas tanto mejor!
Todos me decían que iba a volver a la semana, por mi carácter, pero me di cuenta de que soy bien flexible. Una vez me mandaron a limpiar 300 bidones con un trapo… Ahí si quise agarrar al mundo a bidonazos!!
Te pasaste! Flexible y perseverante.
Chócala, a mí también se me venció la inscripción al gimansio y no sé si renovarla. El problema es que acá no es tan fácil caminar cuando le da por llover 😦 , pero he pensado hacer ejercicio con videos de youtube… no sé, todavía no me decido.
Yo también fotografío los murales cuando puedo, me gustan y encuentro que le dan vida a paredes fomes en la ciudad.
Saludos!
Sí, ya llevaba dos años en el Pacific Fitness y no sé, quiero probar otra cosa. Tengo unas mancuernas en la casa y con eso puedo complementar las caminatas. Pero si hay lluvia, también hay impermeables con gorro y botas de agua!
Que lata que en las cajitas no hubieran gatos, yo a diferencia tuyo, soy una dog lover y una duck lover jajaja. De este último de hecho colecciono cosas, desde lápices, peluches, accesorios de baño hasta cubeteras de hielo.
Que choro el trueque de libros, pero al igual que la niña que comentaba más arriba, a mi me daría taaanta pena cambiar alguno de mis libros. Me recordo en cierta forma, a esa práctica de principios del siglo XX, de dejar el diario en la banca de una plaza para que otro lo leyera y se informara <3!
Oye y ese sandwich, quede tal cual como el perrito de Pavlov! (jajaja)
Saludos!!
Eres la primera persona que escucho que ama los patos, es que acá no es muy común. Yo quiero a los perros también, tenemos uno en la casa, pero los gatos están primero.
Ese sandwich es de la cafetería Leerté, que está en la esquina de Miraflores con Santo Domingo, justo en la entrada está la mesa del trueque y en las repisas del local venden libros de autores chilenos independientes, es todo un paseo para ir, la comida es buena y se pueden hojear las cosas.